Manuel Bellido, director de OECA: «La conciencia de los ODS aumenta en el tejido empresarial»

Se podría decir que la sostenibilidad, por la que toda la humanidad tarde o temprano acabará pasando, es un proceso de aprendizaje, de la toma de una nueva conciencia sobre nuestro entorno y cómo gestionarlo, de uso de nuevas herramientas a las que aún no estamos acostumbrados. Como en toda escuela, existen figuras dedicadas a la evaluación de ese aprendizaje. Una de ellas, en Andalucía, es Manuel Bellido, director del Observatorio Empresarial para la Consecución de la Agenda 2030 (OECA) y presidente de la de la Comisión Agenda 2030 y Green Deal de la Confederación de Empresarios de Andalucía. Así que quién mejor para enterarnos de cómo anda de comprometido el conglomerado andaluz, en mayor grado después de que el también periodista y escritor acabe de hacer público el informe El papel de los empresarios y ejecutivos en la consecución de la Agenda 2030. Manuel anda bastante ocupado estos días y nos atiende de manera telemática. Casi que mejor, teniendo en cuenta que vamos a hablar de conseguir modelos de producción sostenibles. «La Agenda 2030 son muchas cosas a la vez: una visión, un nuevo contrato social, una hoja de ruta que tienen que seguir los gobiernos en un constante ejercicio de acuerdos multilaterales. Pero sobre todo es una poderosa caja de herramientas para hacer que otro mundo sea posible», afirma.

 

Una entrevista de Rey Romero

 

 

– Acaba de publicar el informe El papel de los empresarios y ejecutivos en la consecución de la Agenda 2030. Para ir situándonos, ¿el análisis general resulta positivo o negativo? ¿Invita al optimismo?

– La primera conclusión a la que se llega tras analizar los resultados de la encuesta es que los empresarios andaluces en estos años se han familiarizado con la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Un conocimiento mínimo sobre la Agenda 2030 lo tiene un 78,5 por ciento y un conocimiento mínimo sobre los ODS lo tiene un 86 por ciento de las empresas. Por tanto, los resultados invitan al optimismo. Los pasos que se van dando cada día en Andalucía para la consecución de los ODS son quizás lentos, pero acertados, dándonos la certeza de que los empresarios han encontrado en la Agenda 2030 una hoja de ruta nueva y de valor.

– Un titular de prensa reciente presentaba como una buena noticia que la mitad de las empresas andaluzas han puesto ya en marcha iniciativas referidas a la Agenda 2030. ¿No le parece tan buen dato que la mitad ya esté haciendo algo como tan mal dato es que la otra mitad no lo haya hecho? Más aún si tenemos en cuenta que quedan algo menos de nueve.

– Como le decía, los pasos que se van dando cada día en Andalucía para la consecución de los ODS son quizás lentos, pero la conciencia de su importancia va aumentando en el tejido empresarial. Por eso seguimos siendo constantes en la divulgación de los ODS, en la Confederación de Empresarios de Andalucía y en OECA. Quiero hacer notar que se trata de un cambio cultural que tiene que asumir toda la sociedad. Es muy relevante que aquellos empresarios que han incorporado los ODS en sus empresas también los tienen presente en el ámbito personal. De hecho, el 39,9% lo tiene muy presente en su día a día y afirma ser consecuente. El 80% contribuye en mayor o menor medida a algún ODS.

 

«Se trata de un cambio cultural que tiene que asumir toda la sociedad. Es muy relevante que aquellos empresarios que han incorporado los ODS en sus empresas también los tienen presente en el ámbito personal»

 

– El informe dice que de 2019 a hoy las empresas han pasado de no tener una idea muy clara de qué podían hacer para alcanzar algún ODS a dar respuestas específicas sobre sus planes. ¿Podemos llamar a estos dos últimos años el tramo optimista? ¿Podemos confiar en que esta toma de conciencia continúe expandiéndose?

– Seguro que sí. La toma de conciencia va aumentando cada día. Los negocios o serán sostenibles o no tendrán futuro. De hecho, para muchos ponerse manos a la obra o sencillamente considerar los Objetivos de Desarrollo Sostenible como una oportunidad de negocio y de mejora general de la propia empresa ha sido motivo de optimismo y de esperanza que no solo les permite dirigir en mayor o menor medida los destinos de la propia compañía en tiempos tan complicados, sino también aportar un importante granito de arena para dirigir los destinos de nuestro planeta hacia un mejor horizonte.

– ¿Hay algún sector empresarial que esté destacando en la implementación de los ODS?

– En líneas generales los sectores financiero, tecnológico y energético lideran la implementación de los ODS en las estrategias empresariales de nuestro país. En los sectores analizados por OECA presentan buenas cifras en la ejecución de acciones relacionadas con los ODS aquí en Andalucía, también sectores como el farmacéutico y sanitario, el de utilidades y energía y servicios financieros de banca y seguros. En dicho seguimiento desde OECA, encontramos buenas prácticas en empresas de comercio y distribución, construcción e ingeniería civil, industria, agroalimentario, servicios profesionales, turismo, farmacéutico y sanitario, servicios financieros de banca y seguros, telecomunicaciones y nuevas tecnologías y utilidades y energía. Cada día se van incorporando nuevas empresas.

 

– ¿Están todas las empresas sea cual sea su naturaleza, capacitadas para integrar algún ODS a su producción? Dicho de otro modo, ¿vale alguna excusa para no hacerlo?

– Todas las empresas pueden implementar los ODS. Cuando las empresas nos preguntan cómo contribuir al cumplimiento de los ODS y cuál es su papel, nuestro mensaje es siempre el mismo: que su contribución debe de hacerse desde su propia actividad empresarial. Lo primero que les aconsejamos es que analicen el impacto positivo o negativo de sus operaciones y de su actividad en la sociedad y que evalúen y establezcan objetivos de sostenibilidad y mejora dando a conocer los resultados.

 

«Cuando las empresas nos preguntan cómo contribuir al cumplimiento de los ODS y cuál es su papel, nuestro mensaje es siempre el mismo: que su contribución debe de hacerse desde su propia actividad empresarial. Les aconsejamos que analicen el impacto positivo o negativo de sus operaciones y de su actividad en la sociedad»

 

– El informe también refleja que la mayoría de las empresas encuestadas y que ya integran algún ODS no perciben claramente los beneficios o creen que no están siendo un cambio sustancial. ¿Qué respuesta podemos darles? ¿Es hora de ser conscientes de que es necesario y que ahora los beneficios económicos deben ceder en pro de la sostenibilidad?

– En el nuevo paradigma para hacer negocios, el desarrollo económico será sostenible –social, ética y ambientalmente– o no será. Para ello no bastará con comunicar a bombo y platillo que una empresa es “green” o que se han adoptado los Objetivos de Desarrollo Sostenible y publicarlo en una memoria, sino asumir un verdadero compromiso con el cambio y la innovación que se traduzca en hechos con un impacto medible y contrastable. Estamos trabajando para encontrar los indicadores que puedan servirnos como referencia realista de la contribución a los Objetivos e introducirlos en los planes estratégicos de desarrollo de las empresas. Deben ser indicadores de impacto, medibles, comparables y contrastables, como por ejemplo son las normas técnicas o estándares. Las normas técnicas o estándares, ya sean puramente nacionales, o adopciones de europeas e internacionales, son una herramienta que facilita la consecución de los ODS, herramientas para verificar su cumplimiento.

– La Agenda 2030 sitúa como principal ODS el fin de la pobreza. ¿Está de acuerdo o considera a alguno más urgente?

– La Agenda 2030 son muchas cosas a la vez: una visión, un nuevo contrato social, una hoja de ruta que tienen que seguir los gobiernos en un constante ejercicio de acuerdos multilaterales. Pero sobre todo es una poderosa caja de herramientas para hacer que otro mundo sea posible. Los ODS son una hoja de ruta organizada en 17 objetivos y 169 metas asociadas que debería servir para que en 2030 la sociedad global haya conseguido resolver muchos de los problemas del planeta y de la familia humana. Evidentemente frenar el hambre es fundamental, pero también lo es mejorar la salud, permitir el acceso al agua y a las energías, potenciar la educación y la igualdad de género, contener el cambio climático, evitar la pérdida de biodiversidad o la paz. Todos los ODS son importantes.

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