Los ministerios de medioambiente de los países de la UE abordan una decisión que supondría el final de los motores de combustión en 2035

Las consecuencias de la desaparición del motor de combustión en la producción de la Unión Europea

Está casi decidido: desde el 2035 no se matricularán más vehículos con motor de combustión en la Unión Europea. Esto supone una transformación nunca vista de las plantas de producción para los fabricantes de automóviles. Los equipos sustituidos pueden alcanzar precios elevados en el mercado de segunda mano, lo que permitirá financiar una parte de las inversiones necesarias.

«El automóvil es un fenómeno pasajero» es una frase que se atribuye a Guillermo II de Alemania. Tuvo razón en parte: los automóviles con motor de combustión, tal como los conocemos, tienen sus años contados. Está previsto que desde el 2035 no se matriculen más vehículos con motor de combustión en la Unión Europea.

Objetivos climáticos ambiciosos

La UE toma el papel de precursor para alcanzar la neutralidad climática en 2050. Una cuarta parte de las emisiones totales de CO2 provienen del tráfico rodado. En las carreteras europeas se emitieron casi 800 millones de toneladas de CO2 en 2019. Los turismos y las motocicletas produjeron la mayor parte de las emisiones: el 62 %.

De modo que la Unión Europea ha dictaminado el fin de los motores de combustión para el año 2035 en consonancia con la transición verde. Los ministerios de medioambiente de los países de la UE también lo han aprobado. Ahora, los Estados miembros de la Unión Europea y el Parlamento Europeo deben alcanzar un compromiso. Se podría habilitar una vía de escape para los electrocombustibles, pero el objetivo es la electrificación completa de los vehículos.

Consecuencias de amplio alcance para la producción

Para la fabricación de automóviles, significa que algunos componentes desaparecerán o se modificarán y otros tendrán su nueva entrada en el catálogo de los proveedores de componentes. En vez del motor de combustión, los vehículos necesitarán una máquina eléctrica. En vez de un suministro de carburante se montarán baterías o sistemas de pilas de combustible. Desaparecerán el sistema de escape y el alternador y tendrá que adaptarse la caja de cambios. Además, se necesitará electrónica de potencia, que hasta la fecha no se emplea en los vehículos convencionales. No solo cambiarán los sistemas directamente afectados, sino toda la arquitectura del automóvil, ya que los motores eléctricos ocupan menos espacio.

Retos financieros

La interrupción de la cadena de suministros y la pandemia del coronavirus han perjudicado a los fabricantes de automóviles, aunque no en exclusiva. El cambio previsto del motor de combustión al coche eléctrico será una tarea financiera. Según estimaciones de VDA se tienen que invertir 100 mil millones de euros en la transformación de la producción en el sector del automóvil hasta el 2030. Pero ¿cómo se financia?

Lograr el cambio con máquinas usadas

Una posibilidad para las empresas del sector es convertir en liquidez en el mercado de maquinaria usada los activos que ya no utilizan. Este mercado se beneficia de la situación tensa que se vive en el sector de la fabricación de máquinas y equipos, afectado también por los problemas logísticos actuales, las subidas de los costes y la falta de mano de obra especializada. Los sistemas de producción se pueden adquirir más rápido y más baratos en el mercado de las máquinas usadas. De modo que este es el momento idóneo para las empresas que quieran desprenderse de sus equipos usados.

Algunos fabricantes de automóviles y componentes ya han iniciado la reestructuración de su producción y se sienten bien preparados para el futuro. Durante los últimos meses, la casa internacional de subastas en línea para máquinas usadas Surplex.com ha realizado varias subastas de sistemas de fabricación del sector del automóvil procedentes de la reestructuración de prestigiosas plantas europeas. Han cambiado de propietario, sobre todo, los sistemas de robótica, como las células de soldadura, los robots industriales y los equipamientos compactos, así como las máquinas de mecanizado para metal. También se gestionan de una sola mano los cierres de plantas completas, como el proveedor de componentes Adient Automotive Romania.

En la imagen: Los componentes del vehículo eléctrico son diferentes a los del motor de combustión. Los fabricantes de automóviles y sus proveedores tienen que reestructurar su producción. (© Zapp2Photo/Shutterstock.com).