La UE apoya con 18,5 millones de euros de ayuda humanitaria a Centroamérica y México

La UE ha anunciado hoy, en el «Evento de Solidaridad hacia los desplazados forzados y las comunidades que los acogen en Centroamérica y México», que asignará 18,5 millones de euros en concepto de ayuda. De este importe, 12 millones de euros representan financiación humanitaria para Centroamérica y 6,5 millones de euros constituyen ayuda al desarrollo. Cuatro millones de euros se destinarán a hacer frente a las consecuencias humanitarias de la violencia, incluidos los desplazamientos, y un millón de euros contribuirá a hacer frente a la inseguridad alimentaria, mientras que tres millones de euros serán para la educación en situaciones de emergencia. Los cuatro millones de euros restantes se destinarán a actividades de preparación ante catástrofes. La parte de desarrollo de la dotación prestará apoyo a los refugiados, dentro del paquete de respuesta a la pandemia de coronavirus.

Janez Lenarčič, comisario de Gestión de Crisis, ha declarado: «La UE reafirma su compromiso de apoyar a los ciudadanos de Centroamérica y México. Esta financiación hará frente a las necesidades más urgentes de las personas desplazadas y también facilitará ayuda de emergencia para paliar la inseguridad alimentaria en la región. Contribuirá a reforzar las capacidades locales de las comunidades vulnerables en toda la región centroamericana. La UE está dispuesta a prestar apoyo y mantenerlo a quienes lo necesiten».

La comisaria de Asociaciones Internacionales, Jutta Urpilainen, ha declarado: «Estamos en el mismo barco. La violencia y los disturbios sociales persistentes y las dificultades económicas agravadas por la COVID-19 y los huracanes Eta e Iota han obligado a familias y niños a huir de sus hogares en Centroamérica y México. La situación no puede deteriorarse más».

Desde 1994, la UE ha asignado 257,4 millones de euros en ayuda humanitaria a Centroamérica y México. El 66 % (171,9 millones de euros) de este importe ha contribuido a responder a emergencias como inundaciones, sequías, epidemias, terremotos, erupciones volcánicas, desplazamientos internos y consecuencias humanitarias de la violencia, mientras que el 34 % restante (85,5 millones de euros) se ha invertido en preparar a las comunidades vulnerables y sus instituciones para hacer frente a futuras catástrofes.

Contexto

El evento de hoy lo ha organizado el Gobierno de España en su calidad de presidente de la Plataforma de Apoyo al MIRPS (Marco Integral Regional de Protección y Soluciones), en colaboración con Guatemala y Costa Rica, con el apoyo del ACNUR y la Organización de Estados Americanos. El objetivo del evento es, entre otras cosas, movilizar apoyos para responder a los desplazamientos forzosos en Centroamérica y México. Los participantes han definido futuras actuaciones conjuntas para promover un compromiso más firme y coordinado entre todas las partes interesadas, teniendo en cuenta los ámbitos prioritarios, las carencias, los retos y las oportunidades relacionados con los desplazamientos forzosos en Centroamérica y México.

Centroamérica y México están expuestos con frecuencia a riesgos naturales que requieren ayuda de emergencia para unos 1,7 millones de personas al año. El cambio climático y la pandemia de coronavirus amenazan la seguridad alimentaria de las poblaciones vulnerables en el corredor seco de Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua. Al menos 7,7 millones de personas necesitan ayuda alimentaria. La pandemia también ha agravado la violencia, obligando a las personas a huir de sus países. Más de un millón de personas están desplazadas internamente y más de medio millón son refugiados y solicitantes de asilo.

Para el período 2019-2020, la UE asignó 26,3 millones de euros para satisfacer diferentes necesidades en toda la región, desde la pandemia de coronavirus hasta la tormenta Amanda en Guatemala y El Salvador, pasando por la epidemia de dengue en Honduras, Nicaragua y Guatemala y las sequías recurrentes en el corredor seco de Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua. En diciembre del 2020 se asignaron fondos de emergencia para paliar los efectos de los huracanes Eta e Iota en Guatemala, Honduras y Nicaragua.