La clave para una UE climáticamente sostenible

El Parlamento quiere que el Pacto Verde Europeo sea el núcleo del paquete de recuperación frente al COVID-19 de la UE para avanzar hacia una Europa climáticamente neutral.

Durante la pandemia de coronavirus, la actividad económica se ha desacelerado, lo que ha causado una reducción en las emisiones de carbono y ha dejado a la UE en recesión. El Parlamento, en una resolución adoptada el 15 de mayo de 2020, pidió un ambicioso plan de recuperación con el Pacto Verde Europeo como piedra angular.

La Comisión Europea ha respondido a esta situación con un plan de recuperación de 750.000 millones de euros, «Next Generation EU». Este plan, junto con el próximo presupuesto a largo plazo de la UE, que aún debe ser aprobado por los Estados miembros y el Parlamento, tiene como objetivo construir una Europa más verde, más inclusiva, digital y sostenible y ayudar a fortalecer la resiliencia ante futuras crisis como la crisis climática.

En noviembre de 2019, el Parlamento declaró la emergencia climática y pidió a la Comisión Europea que alinee todas sus propuestas con el objetivo de 1,5 ° C para limitar el calentamiento global y garantizar que las emisiones de gases de efecto invernadero se reduzcan significativamente.

La nueva Comisión Europea presentó entonces el Pacto Verde Europeo, una hoja de ruta para que Europa se convierta en un continente neutral para el clima en 2050.

Los primeros pasos del Pacto Verde Europeo

Financiando la transición verde

La Comisión presentó en enero el plan de inversión para una Europa sostenible, la estrategia para financiar el Pacto Verde Europeo mediante la atracción de al menos un billón de euros de inversión pública y privada durante la próxima década.

La mitad provendrá del presupuesto de la UE y se espera que 25.000 millones de euros procedan del sistema de comercio de emisiones de la UE.

El mecanismo de transición justa, que debería movilizar al menos 100.000 millones de euros durante 2021-2027, ayudará a aliviar el impacto socioeconómico de la transición en los trabajadores y las comunidades más afectadas por el cambio. En mayo de 2020, la Comisión propuso una línea de crédito del sector público para apoyar las inversiones ecológicas en las regiones que dependen de los combustibles fósiles. Tiene que ser aprobado por el Parlamento Europeo.

Para alentar la inversión en actividades ambientalmente sostenibles y evitar el «lavado verde», el Parlamento aprobó una nueva legislación sobre inversiones sostenibles el 18 de junio.

Ley climática de la UE

En marzo de 2020, la Comisión propuso la ley climática de la UE, un marco legal para lograr el objetivo de neutralidad climática para 2050. En enero, el Parlamento había pedido objetivos de reducción de emisiones más ambiciosos que los inicialmente propuestos por la Comisión. Se espera que el ejecutivo de la UE presente un objetivo provisional revisado para 2030 más adelante en 2020.

Potenciar la industria europea y las pymes

En marzo de 2020, la Comisión presentó una nueva estrategia industrial para Europa, para garantizar que las empresas europeas puedan hacer la transición hacia la neutralidad climática y un futuro digital.
Dado que el 99 % de las empresas europeas son pymes, que representan el 50 % del PIB de la UE y son responsables de dos de cada tres empleos, en paralelo, la Comisión propuso una nueva estrategia para las pymes dirigida a fomentar la innovación; reducir la burocracia y permitir un mejor acceso a las finanzas.

Impulsar la economía circular

La Comisión también presentó el plan de acción de economía circular de la UE en marzo, que incluye medidas a lo largo de todo el ciclo de vida de los productos que promueven procesos de economía circular, fomentan el consumo sostenible y garantizan que haya menos residuos.

Se centrará en:
• electrónica y TIC
• baterías y vehículos
• envases y plásticos
• textiles
• construcción y edificios
• cadena de comida

Crear un sistema alimentario sostenible

El sector alimentario es uno de los principales impulsores del cambio climático. Aunque la agricultura de la UE es el único sector agrícola importante en el mundo que ha reducido sus emisiones de gases de efecto invernadero (en un 20 % desde 1990), todavía representa aproximadamente el 10 % de las emisiones (de las cuales el 70 % se debe a animales).

La estrategia “de la granja a la mesa” presentada por la Comisión en mayo de 2020 debe garantizar un sistema alimentario justo, saludable y respetuoso con el medio ambiente, al tiempo que garantiza los medios de vida de los agricultores. Cubre toda la cadena de suministro de alimentos, desde reducir a la mitad el uso de pesticidas y las ventas de antimicrobianos y reducir el uso de fertilizantes hasta un aumento en la agricultura orgánica. 

Preservando la biodiversidad

Al mismo tiempo, la UE tiene como objetivo abordar la pérdida de biodiversidad, incluida la posible extinción de un millón de especies. La estrategia de biodiversidad de la UE para 2030, presentada en mayo, tiene como objetivo proteger la naturaleza, revertir la degradación de los ecosistemas y detener la pérdida de biodiversidad. Entre sus objetivos principales están:
• aumento de las áreas protegidas.
• detener e invertir el declive de los polinizadores.
• plantar 3.000 millones de árboles para 2030.
• desbloquear 20.000 millones de euros por año para biodiversidad.

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